Diario Spielberg 6: E.T. el Extraterrestre (1983)


Hay algo especial, una magia, un "algo" en las películas de los años 80. Ese "algo" que nos mete de lleno dentro de la aventura, contagiadas de un ritmo y una personalidad impecable que hace que nos devuelve al niño interior que todos tenemos adentro.
Bueno, E.T. es una de esas películas ochenteras que precisamente tienen "algo" que hace que nos sumergamos de lleno en la aventura y que queramos formar parte de ella, gracias a la ternura y al amor propio que le pone Spielberg al proyecto que es lo que hace que termina de triunfar.
Porque en realidad si nos atenemos a la historia y a los acontecimientos "E.T." es una historia terriblemente manipuladora que en manos de cualquier otro director se hubiera transformado en un melodrama insufrible, pero como Spielberg es un genio, hace que todo llegue y sea cercano al espectador de manera formidable.
Y es que los personajes en una historia como esta podrían haber sido tranquilamente caricaturescos e insoportables, pero nada más lejos de la realidad, son totalmente humanos, tratan con problemas cotidianos y reales y son cercanos y amenos. Pero la verdadera estrella de la película es el querido E.T., entrañable y adorable hasta extremos inhumanos, cuya relación con Elliot y su familia es el núcleo del filme ya que gracias a las maravillas que realiza el alienigena empiezan a unirse más y a dejar sus traumas de lado (maravillosa la mágica escena de vuelo en la bicicleta, de las escenas con más "sense of wonder"" que he visto).
Pero por más virtudes que tenga, "E.T". no es una película perfecta, aunque sus dos primeras mitades rocen lo sobresaliente, en el climax, Spielberg no puede evitar caer en el golpe bajo, no solo matando a E.T. para después resucitarlo sino que tomando una decisión estúpida que es de que el alien y Elliot sientan lo mismo (una decisión pura y exclusivamente hecha para hacer sufrir al espectador). Son golpes bajos que no eran necesarios en una historia así, aunque para ser honestos en manos de otro director todo esto hubiera sido vomitivo y Spielberg hace que sea más o menos digerible.
Igualmente los problemas del final ni por asomo arruinan la calidad de esta película, con la que es imposible no quedar maravillado cuando sos niño y recordarla con nostalgia cuando ya sos grande. No puedo dejar de destacar la maravillosa B.S.O. de John Williams que a esta altura ya es legendaria.
En fin, un clásico que marcó una generación y se transforma de esas aventuras que no pasan de moda sino que mejoran con el tiempo, una aventura entrañable y maravillosa que todavía emociona y cautiva hasta al más duro.
Pronto vendría un pequeño bajón en la carrera de Spielberg con tres o cuatro títulos que fueron fracasos de crítica y taquilla, pero antes debemos comentar la segunda aventura del mejor arquelogo del mundo, pronto estaremos con Indy en el templo de la perdición.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares