El Señor de los Anillos La comunidad del anillo (2001) - Peter Jackson

El Señor de los Anillos, fue todo un logro en la literatura fantástica que a pesar de no haber sido tan bien recibido en su época, fue una fuente de inspiración inagotable para millones de escritores y sigue manteniendo hasta hoy en día, una vigencia asombrosa en cuanto a sus ideas.
Por eso, llevar la obra al cine ha sido una tarea muy complicada, ya que lo complejo del producto llevaba a que todos los que intentaran hacerlo terminaban espantados de tanta complejidad y lo peor era de que se necesitaban efectos especiales prácticamente revolucionarios para llevar la obra a su máxima expresión. Millones de rumores sobre películas basadas en la obra de Tolkien han transcurrido desde antes de la película de Jackson, con nombres de directores como Stanley Kubrick o George Lucas e incluso de una adaptación hecha en tono de humor camp protagonizada por Los Beatles (?).
Recién en 1995, la New Line Cinema viendo el éxito que había tenido "Criaturas celestiales" (1994), decidió contratar al director neozelandes Peter Jackson (rara elección teniendo en cuenta que hasta ese momento dirigía películas de terror bizarras de bajo presupuesto) para adaptar en 3 películas, la obra gigantesca de Tolkien, sin dudas el director no la tenía fácil.
Porque no era fácil trasladar la complejidad de los libros de Tolkien y adaptarla a un público mayor, pero en ese punto Jackson consigue cumplir de manera sobresaliente, porque ya desde el ESPECTACULAR prólogo quedaremos totalmente atrapados por la película y no nos soltara durante las 3 horas que dura. 
Gracias a dios, la duración y los tiempos de la película están perfectamente estructurados para que no aburran en ningún momento al espectador, la primer parte es más tranquila y sirve para asentarnos en la vida tranquila de los hobbits y para agarrarle cariño al genial Gandalf (interpretado por un soberbio Ian McKellen), y a los protagonistas medianos: Frodo, Sam, Merry y Pippin. Esa parte sirve perfectamente para anticiparnos de que se viene algo mucho más grande, algo que se empieza a presagiar cuando Gandalf descubre la obsesión que tiene Bilbo con el anillo, y la intensidad aumenta todavía más cuando se ve que el corto viaje de los hobbits hacía la taberna en Bree se transforma prácticamente en una persecución por la supervivencia, así vemos como los medianos poco a poco, a medida que pasa la trilogía, tienen que ir abandonando sus costumbres hogareñas y madurando para enfrentar el mal que se avecina. En la llegada a Bree, se encuentran con un simple montaraz, que al final resulta ser ni más ni menos que el heredero de Isildur al trono de Gondor, Aragorn (encarnado de manera sublime por NUESTRO Viggo Mortensen), que será el encargado de dejar a nuestros pequeños héroes en Rivendel ya que nuestro querido Gandalf, esta cautivo en Isengard por el traidor Saruman (Christopher Lee en un papel hecho para él). El camino solo trae más complicaciones, ya que nuevamente los nazgul hacen acto de presencia y hieren a Frodo al punto de dejarlo al borde de la muerte (en una escena que a mi de pequeño me aterraba).
Tras ser salvados por los pelos por la bellísima elfa Arwen, llegamos a Rivendel donde el film llega a un pequeño impasse para asimilar toda la información que hemos visto hasta ahora y porque se nos vienen un montón de personajes nuevos que tenemos que conocer en el camino. Y en la escena sublime del consejo de Rivendel, donde todas
las razas se juntan para debatir, cuando llega el momento en el que Frodo, harto del anillo decide llevarlo él mismo uno no tiene remedio que pararse de pie del asiento y aplaudir. Así que finalmente un grupo de 9 personas de cada raza esta dispuesto a llevar el anillo hacía la Montaña del Destino (que maravilloso el momento, donde cuando se ofrecen los voluntarios para ir, Merry, Pippin y Sam se ofrecen a acompañar a Frodo contra viento y marea): Aragorn tan valiente como siempre, Legolas, un elfo genial incapaz de fallar en un flechazo, Gimli, un enano tosco y gruñon que será el ladrón de escenas durante las tres películas, Boromir (Sean Bean como siempre dispuesto a morir), un personaje trágico, que aunque a veces sea algo obstinado le terminaremos agarrando cariño y por supuesto, los tres hobbits, siempre serviciales al lado de Frodo.
A partir de aquí, la película entra en un ritmo imparable, en especial con la llegada de la comunidad a la minas de Moria, un momento TOTALMENTE ÉPICO Y ESPECTACULAR, ya que nuestros héroes pelean contra trolls, orcos y un Balrog gigante. Por supuesto esta el desgarrador momento donde Gandalf termina cayendo al vacío junto al demonio gigante, que gracias a Jackson y a la música nos dejó varías lágrimas hasta la segunda parte (donde Gandalf vuelve).
Luego de semejante rejunte de acción necesitamos un impasse, necesitamos respirar y para eso viene la parada en el bosque de Galadriel (así como Saruman era hecho para Christopher Lee, este personaje esta hecho para Cate Blanchett), fundamental para que Frodo pueda comprender de que no puede confiar en nadie y de que tiene que emprender en solitario el viaje a Mordor, impulso que se refuerza más con el intento de robo de Boromir al anillo.
Ahora viene el climax de la película, que a pesar de no ser tan espectacular como el segmento de Moria, deja imágenes espectaculares, un suspenso ejemplar y la muerte de Boromir, necesaria para terminar de cerrar la tragedia que rodea al personaje y para contagiarnos de un pesimismo infartante.
Y así terminamos la primer parte, destrozados, sin esperanza y con un pronóstico totalmente pesimistas, que solo son calmados por el hecho de que Aragorn esta lejos de rendirse y sale junto a Legolas y Gimli en busca de Merry y Pippin, mientras que por el otro lado, Sam y Frodo van en camino hacía Mordor para destruir definitivamente el Anillo Único.
Como ven, una primera parte ejemplar, que sienta todas las bases de este maravilloso universo y que a pesar de durar 180 minutos, parece haber durado no mucho más que media hora.
Para cerrar hay que agregar lo que más destaca a la película, el MARAVILLOSO apartado visual, desde el vestuario, la fotografía, las tomas panorámicas y aéreas de Jackson, los efectos visuales (que después de 11 años se mantienen dignamente), todo esta a un nivel sublime acompañado por una música extraordinaria que hace que sea una película que realmente da gusto ver.
Y la cosa no ha hecho más que empezar, pronto analizaremos las siguientes dos partes de esta EXTRAORDINARIA película que marco mi vida para siempre.

                      PUNTAJE FINAL: 10/10

LO POSITIVO:
- Todo

LO NEGATIVO:
- Nada


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