El hijo de la novia (2001) - Juan José Campanella

Nueve Reinas fascinó a todo el mundo, tanto crítica como público quedaron fascinados y consiguió un buen número de taquilla (fue una de las películas más vistas del año).
Pero la película de Bieilinsky solo había sido una demostración de la genialidad que tiene el cine argentino, porque un año después Juan José Campanella, gran director de cine, que incluso ha dirigido posteriormente capítulos de series estadounidenses como Doctor House o La ley y el orden y en Argentina tenía como antecedente "El mismo amor, la misma lluvia" que había sido un éxito (como no, con Darín).
Es difícil e incluso raro hacer una crítica de esta película, porque es una pelí muy atípica a la cual es muy difícil describir su argumento, ya que es un drama de un personaje que sufre por muchos costados, lo cual lo hace más tridimensional. Porque las proezas que tiene que vencer Rafael (impecable como siempre Ricardo Darín) son muchas y lo mejor es que cada uno repercute en la otra, lo cual hace una combinación explosiva: la crisis económica argentina que afecta al restaurante que heredó, lo que provoca que este todo el tiempo totalmente esterado, el hecho de que su padre ya viejo quiere casarse con su madre que esta enferma del mal de Alzheimer, la poca atención que le presta a su mujer actual y a su hija, todo ese entralazandose de una manera fenomenal  ya que el ritmo del film es totalmente arrollador ya que parece que al final pensamos de que todo duró no más que media hora.
Es que con situaciones tanto dramáticas como cómicas, se desarrolla la evolución del personaje de Rafael a lo largo de la película, bien despacito y a buena letra, empieza a salir del pozo gracias a una terapia intensiva que le cambió la forma de ver la vida, intentando disfrutar más a su hija y ayudar en todo lo que pueda al deseo de su padre pero al mismo tiempo le siguen llegando otros problemas en los que se ponen a prueba su paciencia y de los que gracias a su perfecta evolución los consigue resolver de la mejor manera posible.
No es una película que tenga persecuciones de acción ni muerte, es un hombre tratando de resolver su vida, una comedia dramática a pura letra, con un guión magnifico que tiene tanto comedia como drama (espectacular cameo de Adrián Suar como director) y tiene varios momentos de emotividad: como cuando Darín y Blanco recuerdan los momentos de chicos, cuando Rafael le habla a la novia por el comunicador del departamento, cuando su madre reconoce a su amigo de la infancia de la mejor manera posible (Campanella sos nuestro Spielberg), la foto final, en fin hay varios espacios emotivos ninguno metido con calzador.
En cuanto a las actuaciones,  de Darín hay poco que decir a estas alturas , Hector Alteiro le da un halo de dulzura a su padre, Eduardo Blanco destella de carisma con cada aparición (hilarante tanto en el momento de la filmación o cuando finge ser un cura), Norma Aleandro, una de las mejores actrices argentinas (protagonista del primer film nacional en ganar el Oscar, La historia oficial) es simplemente espectacular, emocionando con cada línea , con cada gesto y las protagonistas femeninas no dejan ninguna huella más bien porque su aparición es esparodica. Y la banda sonora es una de las mejores que escuchado en un film argentino, peleando palmo a palmo con otra de Campanella, El secreto de sus ojos.
Como ven una película muy redonda, una comedia drámatica pura y dura, llena de momentos tanto dramáticos como cómicos, con actuaciones espectaculares y una muy buena banda sonora ¿Qué mas se puede pedir?
Obtuvo un éxito tanto de crítica como de público (fue la película más taquillera del 2001, el peor año de la historia argentina además venciendo a otros pesos pesados como "Monsters Inc" y "Harry Potter y la piedra filosofal") y fue nominada a un Oscar por mejor película extranjera, no lo consiguió, no importa porque 8 años después lo conseguiría con una súblime película que sin duda, lo mejor de nuestro cine.


                    PUNTAJE FINAL: 10/10

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